Te miro y me veo. Una mirada fractal del yo

Estoy encantada de haber podido editar un libro con el mismo título de esta exposición con 36 cuadros al óleo. En el libro podéis leer el texto introductorio que os comparto a continuación, que sirve de prólogo a los mensajes que aconpañan a cada cuadro, a cada uno de los seres retratados. Son textos canalizados que nos ofrecen una nueva visión de la realidad, amorosa y sorprendente.

TE MIRO Y ME VEO. Una mirada fractal del yo

Experimentar el misterio de lo imperceptible me ha atraído toda mi vida, y me sigue atrayendo de una manera irrefrenable. Mi sentir y ciertas visiones y acontecimientos vividos han sido lo suficientemente intensos como para saber que hay mucho más de lo que nuestros ojos pueden ver, así como también mucho más de lo que nuestra mente puede comprender.

Desde mi experiencia, se que comprendemos lo que estamos preparados para comprender en cada momento, nada más. Igualmente, miramos aquello que estamos acostumbrados y preparados a encontrar con la mirada, observando tan solo aquello a lo que nos abrimos con nuestra mente.  Lo que no estamos abiertos para concebir, en cambio, se queda oculto tras tupidos velos de patrones, inercias y pensamientos limitantes y encorsetadores, que filtran toda otra posibilidad de ser, estar y desenvolvernos en el mundo. Posibilidades probablemente mucho más inquietantes, por desconocidas, y porque nos provocan, muchas veces, un vértigo difícil de atravesar.

Siento que somos seres infinitos, llenos de posibilidades aún no transitadas. Toda la información posible, la respuesta a todas nuestras preguntas, está ahí para nosotros todo el tiempo, aunque va haciéndose sólo visible en la medida que nos permitimos abrir a ella, aceptándola. Son respuestas a las que podemos acceder yendo hacia adentro, hacia la sabiduría interna. Desde ahí, el espacio tiempo desaparece tal y como lo conocemos y todo se vuelve mucho más interconectado. Si aprendemos a conectarnos así, nos abrimos a un nuevo universo de posibilidades a la hora de entender y de ver la realidad en la que estamos sumergidos, y nos enriquecemos enormemente. De ese modo, nuevos conocimientos y modos de entender la vida y el sentido de la misma, aumentan nuestra sensibilidad, comprensión del mundo y las posibilidades de estar, de vivir y de interactuar en él.

                                

Conocernos a nosotros mismos supone reunir todas nuestras partes, en equilibrio, aceptación y armonía. Las partes que nos gustan y las que no, sobre todo las que no. Hacerlo nos empodera y ofrece un gran regalo. Nos otorga la capacidad de conocer nuestros potenciales, así como la de favorecerlos, dándoles espacio de acción y expansión. El realizar esta introspección, mirando profunda y honestamente hacia adentro, nos ayuda también a comprender al otro, y a dejar de juzgarlo. Si hacemos el viaje de averiguar el origen de nuestras máscaras, podemos llegar a ver también en un comportamiento ajeno, la máscara que lo está envolviendo y creando, como lo hizo también con uno mismo al descubrir las propias.

Comprendemos al Otro al habernos permitido ahondar en uno mismo y comprendernos a su vez, integrando. Y nos damos cuenta de que el otro, el Tu, es en un nivel lo mismo que Yo, solo que en otro estado de vivencia o conciencia que le determinan y condicionan.

Siempre he sentido que existía un espacio infinito adentro de mi, en cada ser humano. Por ello desde que recuerdo he sido una buscadora del mundo espiritual, percibiendo mucho más de lo que el espacio fisico me ofrecía.

La naturaleza y el arte han sido un espejo en el que me he proyectado para abordar ese infinito, y este es el viaje que ofrezco también para ti, que tienes este libro en tus manos. La eternidad está adentro de uno mismo, y viendo en el espejo al otro he podido llegar a comprenderlo y comenzar el viaje de vivirlo en Unidad, con un corazón más limpio y profundo.

El arte me permite practicar este derecho a la introspección y autoconocimiento que todos tenemos. Me permite establecer una profunda conexión con el mundo y con el otro, de una manera mucho más consciente y abriendo mucho, mucho, el corazón.

El arte, la imagen a través de estos rostros que surgen de la naturaleza y muestro en este libro, me ha ayudado a ahondar en la conciencia, iniciando su despertar y posibilitando su desarrollo, así como el inicio de la conexión con todo lo que ES.

Estas imágenes y seres nos miran para ser mirados y vernos profundamente. Nos invitan a vernos hacia adentro, a realizar un viaje interior hacia nuestras sombras y luces, a descubrir el más grande de los misterios, el de nuestro ser. Es un viaje siempre posible para cualquiera que esté abierto y dispuesto a vivir en el asombro, permitiéndose encontrar la plenitud.

Son imágenes que surgen de un momento fotográfico en la naturaleza y que tras ser  elaboradas pasan a ser pintadas en un lienzo. Estos seres traen también sus mensajes, son mensajes para meditar, son espejos, son posibilidades de verse, de conocerse mejor. A mi me han mostrado y enseñado mucho, con el deseo de que a ti también pueda servirte realizo este librito. Ojalá que llegue a tu corazón.

 

Loreto Blanco Salgueiro

2 septiembre de 2020